La mayoría de los pacientes dentales vienen al consultorio dos veces al año para una limpieza dental. Sin embargo, a algunos pacientes se les dice que deben hacerse una limpieza profunda en su lugar, y que deben vernos más a menudo que dos veces al año. Aunque una limpieza dental regular es un procedimiento rutinario, es importante saber que una limpieza profunda es muy diferente y es en realidad un tratamiento para una enfermedad oral.

Una limpieza profunda suele denominarse "gestión de tejidos blandos" o "terapia periodontal". Esto se debe a que una limpieza profunda es en realidad un tratamiento para la enfermedad periodontal (o enfermedad de las encías). Su dentista le recomendará una limpieza profunda si muestra signos de desarrollo de enfermedad de las encías o si ya le han diagnosticado una enfermedad de las encías.

Una limpieza profunda no es sólo una versión extra-detallada de una limpieza dental profiláctica. Las limpiezas dentales regulares implican la eliminación de la placa y los restos de la parte visible de los dientes y el pulido de los mismos. Una limpieza profunda incluye ir por debajo de la línea de las encías para eliminar las bacterias que causan enfermedades y limpiar las raíces de los dientes para que sea más difícil que las bacterias malas crezcan allí.

Si se deja sin tratar, la enfermedad de las encías eventualmente lleva a la pérdida de dientes y otros problemas de salud asociados con la enfermedad oral crónica. Así que si tu dentista o higienista te dice que necesitas una limpieza profunda, no es como si te ofrecieran el "Lavado de Coches de Lujo" contra el "Lavado de Coches Básico". Lo que le están diciendo es que necesitamos crear un plan de tratamiento para manejar la salud de sus encías.